Leyendo el libro de Edward de Bono me animé a comentar algunos puntos, como resultado de comparación con otras lecturas del tema creatividad. Esta segmentación del pensamiento con los sombreros, es cierto que ayuda tener en cuenta detalles que pueden pasar desapercibidos, ideas que quizá no se nos hubiesen ocurrido previamente. Pero lo negativo en ocasiones es que estandarizamos todo desde lo conocido, encerrándonos en un marco de acciones programadas que no nos permiten ir lejos, creo que necesitamos escapar de la rigidez y volar con las alas de la espontaneidad. Hacer cada vez más fuerte la conexión con lo abstracto, con el silencio regenerativo de la pausa, y su correspondiente vehiculización con las realidades de los niveles intuitivos. Si de algo sirven estas píldoras de los 6 sombreros de Bono es para estimular la osadía e invitar a que asome la creatividad.